No lleva una cuenta de las piezas de cerámica que ha elaborado, pues para ella es más importante la creación que tener un inventario. En sus piezas, los colores fuertes marcan la característica principal y predominan figuras como los rostros humanos, las vírgenes y los corazones, también presentes en su ropa, su música y las escenografías de Aterciopelados.
La presencia permanente de estas imágenes es el reflejo de su manera de ver el mundo, la cual plasma, entre otros, en objetos utilitarios como juegos de té, jarrones, candelabros, tazas, vajillas, haciendo que su trabajo esté marcado por un estilo kitch.
"En el trabajo artístico sumercé va utilizando imágenes y símbolos que se quedan con usted. La Virgen me parece un personaje superbonito para el contexto de la mujer en esta época, es un símbolo de todo lo que nos están haciendo perder. Los corazones han sido claves en mi trabajo artístico. Me gusta su figura como símbolo del amor y todo lo que implica ese órgano humano". el espectador